La industria del porno es un sector que mueve constantemente dinero, pero no todas las productoras nacionales actúan de manera legal y son muchas las que pagan a sus actores en negro. Las secuencias que se graban y se distribuyen hay que declararlas en el Ministerio de Cultura y “declarar un negocio online es como decir cuantos granos de arroz contiene un kilo”, indica el actor porno Sergio del Hierro. Los gastos de legalizar cada secuencia son muy grandes, y los beneficios, es muy dificil que superen a los gastos, “por eso se suele pagar en negro y al momento”, aunque las productoras más conocidas sí que tienen todo esto en regla.
En Italia crucifican a impuestos todo lo relacionado con el porno, por lo que si ocurriese lo mismo en España, ¿la industria podría sobrevivir? Según la productora IFG, “ya está sobreviviendo”. Esta productora es un ejemplo de empresa legal. Tienen 25 trabajadores por los que pagan Seguridad Social, IRPF, impuesto de sociedades… como cualquier empresa, trabajan prácticamente parar pagar. Pero también cabe destacar un dato, y es que la industria del porno no recibe ayudas, ni protección de la SGAE , ni subvenciones como el cine convencional, ni fama, ni se promociona en la TV , ni se proyecta en cines, por tanto, el porno no saca los beneficios enormes que saca el cine convencional, y cada escena en España cuesta cerca de 1.500 euros, debido a que hay que pagar a los actores, la localización, el cámara, y el transporte si hay que desplazarse.