Todos tenemos un pasado, unos más oscuro que
otros, pero todos tenemos un peso en nuestra espalda que no nos deja olvidar
ciertas facetas de nuestra vida. Problemas de la infancia o de la adolescencia
que pueden ser económicos, familiares o de conducta.. pero en cualquier caso,
son esos problemas los que nos hacen ser como somos ahora. Más fuertes o, por
el contrario, más débiles y vulnerables.
La familia es, quizás, el pilar que más marca
nuestra personalidad. En El infierno de Gabriel de Sylvain Reynard, tanto
Gabriel como Julia están marcados por su pasado. Sólo se han visto una vez,
ella tenía 16 años, él 10 más. No obstante, esa vez fue más que suficiente para
que ambos supieran que estaban hechos el uno para el otro.
Desde ese momento, Julia adopta el gusto de él
por todas las cosas italianas, hasta que por fin, después de seis años, se
encuentran. Él, profesor de la universidad de Toronto impartiendo un seminario
de Dante. Ella, una estudiante de ese mismo seminario, todavía virgen porque
desde el día que se enamoró de él decidió esperarlo hasta que lo encontrara.
Ahora hay un problema. Han pasado seis años y
él no la reconoce, pero no pasará mucho tiempo hasta que descubra que ella es
la chica de la cual se enamoró en un huerto de manzanos y nunca más volvió a
verla.
Ahora hay otro problema. Los profesores no
pueden relacionarse con sus alumnas, por lo que deberán decidir cómo y cuándo
poder verse.
Esta es, sin duda, una historia de amor con un
toque picante y un trasfondo muy sexual, ya que mientras lees sólo deseas saber
cuando Gabriel conseguirá desvirgar a la dulce Julianne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario